LA RESPONSABILIDAD EN EL CAMBIO II

Como ya dijimos en el Post anterior, nuestros condicionamientos son patrones adquiridos por los que nos regimos para medir la vida en blanco y negro. Lo que sostiene la dualidad y nos provee de la duda son nuestras creencias. Estas pautas de conducta rígidas y severas sostienen  nuestro mundo de verdades relativas sobre lo que definimos como que es pecado o es virtuoso, sobre lo que es bueno o es malo, sobre lo que es mejor o es peor que, sobre lo que me gusta y lo que no me gusta. Estos juicios mentales nos sostienen en la ignorancia y nos impiden conectar con nuestra Sabiduría Interna y experimentar nuestro Yo Interior, a Dios en nosotros. Trascender nuestros condicionamientos es eliminar las mentiras que impiden que la verdad interior reluzca en nosotros y también lo que nos impide ver la Verdad de lo que la Vida Es.

LA DUDA Y EL VICTIMISMO
La primera duda esencial que interponemos ante cualquier experiencia o persona es el primer paso a convertirnos en Víctimas de nuestros propios juicios y en apariencia de la experiencia misma. Así pues dudar nos lleva a convertirnos en Víctimas de nosotros mismos, de los demás, de las circunstancias y de la vida.

Observa qué ocurre en el momento en que te permites dudar de algo o de alguien, incluido tú

mismo... Se pierde una verdad esencial dejamos de creer que la vida es perfecta como es, que aquella persona que tenemos delante es lo mejor o que aquella experiencia es la mejor para vivir en este momento o que yo mismo soy lo mejor de mi. Al poner en duda esta verdad: TODO ES ADECUADO Y PERFECTO, y creer que todo esto podría ser algo distinto a lo perfecto o muy malo, inadecuado e imperfecto yo ya estoy otorgando el poder a todo para convertirse en el verdugo que me privará de mi poder, de mi responsabilidad y de mi capacidad de elegir. Además me coloco en un estado de temor y miedo, pues la duda atenta contra mi equilibrio, mi seguridad y mi paz interior, creando un estado de tensión, estrés e inseguridad que me desequilibra y me desconecta de mi propio poder, de mi Yo Interior. Mi atención deja de estar en mi, para estar en lo ajeno, mientras genero la idea de que aquello ajeno es superior a mi. Ya me he colocado como perdedor, fracasado, inferior o degradado ante quien o lo que tengo delante.


En el momento en que dudamos, es decir que tenemos la osadía de definir cualquier cosa, persona o situación como algo menos que perfecto, nos convertimos, nos dividimos, ya perdimos toda perspectiva de la realidad auténtica y entramos en el juego del relativismo. Dejamos de ser responsables y dueños y señores de nuestra vida y nuestro ser. Pasamos a ser víctimas y a dejarnos llevar como corderos indefensos. Cedimos nuestro poder abandonando nuestra responsabilidad y nuestra capacidad de elegir lo mejor de cada experiencia. Al convertirnos en víctima nos abandonamos a la "suerte" de todo, dejamos de cuidar de nosotros mismos y nos desconectamos de nuestro centro.

La dualidad no es más que una definición del Ser dividida en lo que Es definido en la posibilidad de Ser y en la posibilidad de No Ser "lo mejor de si mismo". Lo Perfecto, Exaltado o Afirmado en el Ser frente a lo Imperfecto, Degradado en la definición de Ser o Negado en el Ser. El relativismo es elegir adoptar una opinión como propia entre diferentes grados de definiciones y creencias sobre una misma cosa, dependiendo de tu propia definición o la perspectiva que adoptas para ver dicha cosa. Sólo si estás dispuesto a dudar que lo que tienes delante es lo mejor puedes vivir en el relativismo y ser algo distinto a lo Único y Absoluto (Dios, la Perfección, la Supremacía, lo Mejor, lo que Es, etc).

Cada cual es libre de tener las creencias que tenga, sin que eso sea un impedimento para comunicarse y evolucionar. No importa lo que se pueda creer sobre Dios, la Vida, la naturaleza, el Universo, la Energía, el Subconsciente, la Consciencia, Yo mismo, el prójimo, .... todo es lo mismo, no importa como elijamos definirlo nosotros, no deja de ser lo que Es en si mismo Perfección. Para que todo pueda mostrarse y ser para nosotros esa perfección lo ideal es no tener ninguna opinión ni creencia ya que por muchas opiniones que tengamos, ni por mucho que creamos, nunca serán la verdad absoluta, así que si no es verdad por qué no prescindir de ello. Por qué va a interesarnos sostener algo que no nos permita ver o ser la Verdad Auténtica. Esta podría ser la forma de permitir a Dios, la Vida,  la Naturaleza, el Ser, la Perfección, etc. manifestarse en todo tal cual Es. Dios, la Vida, lo perfecto deja de ser para nosotros cuando tenemos la osadía de definirlo como algo menos de lo que Es PERFECTO. Simplemente dejando de opinar todo puede ser tal cual Es, lo mejor de si mismo para si mismo y para el mundo.

Atrévete a definir la vida en su perfección, a ti mismo/a, en cada persona, en cada situación. Ten la osadía de experimentar el poder de tu elección, de tu determinación por demostrar que la Vida te da siempre lo Mejor, que tú eres lo mejor, que cada experiencia es la mejor, cada ser es el mejor. En tu definición de la Perfección te estarás dando la oportunidad de experimentar lo mejor y te sorprenderás del modo en que todo se transforma gracias a tu perfecta definición en lo mejor para ti y para todos.



MAESTRIA Y RESPONSABILIDAD

Todo Maestro lo es porque es valiente a la hora de asumir su responsabilidad sobre sí mismo y su propia vida, se dedica a vivir la verdad auténtica y a revisar sus opiniones o creencias en el momento en que estas le impiden evolucionar o experimentar lo mejor de cada momento. También sabe que toda consciencia, toda vida no hace nada malo  o inadecuado, sino que es y es perfecta como es en ese momento. Un Maestro se mantiene vigilante, atento  y consciente. No está exento de caer pero siempre decide levantarse y seguir, tomándose la vida con buen humor. Y es consciente de que todo en su propia vida depende de él mismo y de su definición. Si algo va mal, no es responsabilidad de nadie más que sí mismo. Sabe que es porque en algún momento definió o creyó en algo diferente a lo perfecto, en algún momento descuidó su atención y su definición de la vida. Sabe que es libre de elegir el cristal con el que ve el mundo y ejerce la elección que le permite ser lo que Es tal cual Es, lo mejor de sí mismo.

Si tu sueño está en adquirir la Maestría aléjate de tus preocupaciones y mantente atento a lo que está sucediendo ahora. La Vida es algo hermoso que experimentar pero para poder vivirla con plenitud debes abandonar todas las opiniones que tienes sobre ella, tus preferencias y tu dependencia a las expectativas de como te imaginas que deben suceder las cosas. Permanece disponible a lo que aparezca en tu vida tal como viene y no te preocupes si caes, tómatelo con buen humor levántate, sacúdete el polvo y continua. La dirección correcta solo está en el presente, no en los recuerdos del pasado o lo que creíste que funcionó. Deja de pensar, de opinar, de creer y vive el presente, ve y experimenta ahora sin premeditación y sabiendo que todo es lo mejor de sí mismo, LA VIDA ES PERFECTA Y ME DA LO MEJOR, aún cuando yo soy incapaz de verlo o reconocerlo en este momento.

Se el maestro de tu propio destino. 

ADALIS©

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